Wednesday, July 26, 2006

 

LA COSTA: TIERRA, SEMILLA Y FRUTO


No nos pongamos con regionalismos, ni con esa torpe competencia que nos caracteriza a muchos colombianos para llegar siempre al mismo punto: Ustedes tienen lo suyo, nosotros lo nuestro y cada quién le aporta al país. Sí, en eso terminan todas las conversaciones regionalistas.

En este caso solo quiero hablar de mi tierra, es todo y lo haré, pero no para referirme solo a la Puerta de Oro de Colombia, sino a aquellos cuyo acento es más parecido al nuestro, ya que hoy por hoy, la costa está consolidad como una verdadera fuente de talentos, y vaya talentos.

Son ofrecidos al mundo y disfrutados, por eso cabe resaltar que somos talento de exportación, y quiero comenzar con una mujer, que se ha ganado el caríño de todos, por tu emprendimiento y carisma, la heroica "Chechi" Baena.

Sí, está patinadora cartagenera no hace sino colgarse medallas doradas en su cuello como ejecutivo con las corbatas todos los días para ir a trabajar. Es cuestión de tiempo para que el cronómetro se detenga y le digan "he aquí tu oro Chechi".

A donde quiera vaya, sola o con su equipo, Maria Cecilia sale triunfadora, es un verdadero orgullo para Cartagena, la costa y por supuesto, para Colombia.

Hablar de patinaje nos sale amplio, porque después de Baena hay muchos patinadores colombianos con muchos triunfos, el patinaje es una de nuestras potencias mundiales en el deporte, y Cartagena una de nuestras principales fuentes, por lo tanto tiene mucho más, y un ejemplo de ello son los hermanos Cabrera, que han dado muestra que esta tierra es cuna beisbolera porque si, es algo natural, como en Cuba, Puerto Rico o Republica Dominicana, y eso no significa que me olvide de Venezuela o Panamá.

Orlando Cabrera es un tipo que llegó para triunfar, justo como lo hizo tiempo antes "el niño" Rentería, el barranquillero es muestra de humildad, trabajo, dedicación, esfuerzo, entrega, y lo ves a fin de año jugando dominó en el barrio Montecristo y tomandose unas Costeñitas. Creo que cuando este tipo viene Aguila baja sus ventas porque le gusta la Costeñita más que el guante y el bate.

Peloteros ganadores de grandes ligas y orgullosamente colombianos, los beisbolistas costeños son un ícono de nuestra tierra donde quiera que vayan.

"TODO BIEN, TODO BIEN....."

“Como dice el pibe”, por qué será que ya nos acostumbramos a añadirle esta frase a la oración “todo bien”. Es increíble hasta dónde puede llegar el poder de el ídolo de todo un pueblo.

Son las 7:50 de la mañana y cuando me dispongo a tomar el segundo bus del día, cuando no voy tarde al trabajo, el señor que acaba de arreglar su puesto de fritos para el desayuno de quienes las esposas no los tratan bien, es saludado por alguien que le dice: -¿Ajá y qué?, ¿Cómo anda la vaina?, ¿el frito qué?- cosa totalmente normal en nuestras calles, independiente de la hora, pero lo más asombroso es que a esa hora ya se escucha el apodo del “crack” samario: - Todo bien, todo bien, como dice “El pibe”.-Respondió el vendedor.

Ya estamos acostumbrados a la extensión de la respuesta “todo bien”, y es “como dice el pibe”. Y no solo sucede en estas situaciones, porque sucede con el del bus, el taxi, en la casa, en al universidad, en el trabajo y no me digan que no se les atraviesa por una centésima de segunda una melena amarilla por la cabeza.

No es para menos mi gente, Valderrama ha sido lo mejor que le ha pasado a la Selección, ya que delantero que tuvo, lo puso a meter goles, aunque no por eso se olvidaba de los volantes, que impresión e instinto de asociarse tan innato.

En una de las mejores triangulaciones que tenemos en la memoria a largo plazo, “La Gambeta” Estrada (que apodos los colombianos, que apodos), Fredy Rincón y Valderrama nos dieron la alegría mas grande de la historia en nuestro fútbol, porque con ese gol en 1990 ante la encopetada Alemania, no hubo un colombiano que no perdiera la voz por haber gritado ese gol y mil madrazos.

Y junto con el mismo Rincón, Faustino Asprilla y Adolfo Valencia nos pusieron a gritar 5 veces en Buenos Aires el 5 de septiembre de 1993. No tuvieron piedad de nuestras gargantas ni de la red rival. En Argentina seguro tomaban pastillas para dormir esa noche y nosotros al día siguiente gárgaras de quién sabe qué.

No podemos ponernos a decirles todos los logros del samario, ni cuántas alegrías nos dio. Los reconocimientos a nivel continental, la trayectoria en Europa y Estados Unidos, así como los títulos nacionales con Junior, hacen pensar que nos quedamos cortos regalándole una estatua, pero esos somos los colombianos, ese es el Pibe.

Emotiva despedida al eterno diez que pretendían reemplazar con un jugador mas de club que Aristizábal, llamado Giovanny Hernández, en la cual grandes figuras hicieron parte del cotejo como Zamorano, Francescolli y otros. Pero dicha despedida fue casi rogada a la federación nacional porque este señor se lo merecía.

Carlos Alberto Valderrama Palacio es otro gran valor de la costa colombiana.

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